1. No permitas que el uso de Facebook* se interponga en tu vida devocional (tu tiempo a solas con Dios); te recomiendo que no lo abras hasta haber tenido esa cita con el Señ or a través de la lectura de Su Palabra y la oración (Mt. 22:34-40).
2. No permitas que el uso del Facebook* te impida dedicarte a la lectura de buenos libros (Sant. 4:17).
3. No permitas que el uso del Facebook* sustituya tus relaciones humanas y el servicio a otros (Gal. 5:13-14). Una hermana me comentaba cómo algunas personas están tan hipnotizadas con el Facebook* que ni caso te hacen cuando vas a sus casas. ¿Qué sentido tiene estar al tanto de lo que hacen otras personas a través del Facebook, si no tenemos siquiera la gentileza de ponerles atención a aquellas que tenemos a nuestro lado?
4. Nunca tomes tiempo de tus responsabilidades laborales para navegar por el Facebook, a menos que tenga que ver con tu trabajo (Col. 3:22-24).
5. Mantén a raya tu curiosidad. No debemos ceder a la tentación de querer saber en qué anda todo el mundo. Pablo se opone tajantemente a las mujeres jóvenes que “aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando de cosas que no convienen” (1Tim. 5:13). Este principio se aplica igualmente a los hombres, independientemente de la edad.
6. No permitas que el Facebook* te alimente el consumismo. Una hermana me decía, a raíz del post anterior, cómo algunas mujeres se ven tentadas a comprar ropa nueva, “ya que comentan que no pueden ir con el mismo vestido a una actividad porque ya ese vestido salió en Facebook*”.
7. A la hora de colgar una foto, recuerda el principio de la modestia cristiana (1Tim. 2:9-10). Cierta ropa que puede ser apropiada para usarla en la privacidad de tu hogar, no necesariamente es apropiada para que todo el mundo la vea en tu muro del Facebook.
8. Cuando escribas un comentario, recuerda que no tienes ni idea de quiénes van a leerlo. Pregúntate cómo puede ser interpretado por personas que no conozcan el contexto en que estás haciendo ese comentario a un amigo o amiga.
9. Si vas a colgar fotos de algún evento, como tu cumpleaños por ejemplo, pregúntate si algunos pueden sentirse mal al saber que no fue invitado a la fiesta (antes del invento de las redes sociales cibernéticas eso no era un problema).
10. Al hacer uso del Facebook*, recuerda lo que Pablo dice en Ef. 5:15-16: “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”.
Más adelante espero compartir algunos consejos positivos de cómo hacer un buen uso de las redes sociales, para la gloria de Dios y el bien de los demás.
* (Cualquiera de las redes sociales)
© Por Sugel Michelén. Todo Pensamiento Cautivo.
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