El momento de Su segunda venida se acerca, y conviene a sus discípulos pensar en ese acontecimiento y prepararse para ello con diligencia. Pero si no llegamos a ser testigos que vean a nuestro Señor descendiendo en las nubes, la muerte llegará y nos transportará a Su presencia. Y antes de que nos expongamos a muchos y dolorosos problemas, deberíamos seguir la instrucción dada por nuestro Señor a Sus discípulos, que en nuestras Biblias se traduce como “Erguíos” y en otras versiones dice “Mirad arriba”.
Estamos entrando en un nuevo año. Tendremos nuevos problemas, nuevas pruebas, nuevas tentaciones y nuevas dificultades. Pero cuando sea que aparezcan, “miremos hacia arriba”. Y para animarnos a hacerlo, en este comienzo del año, pensemos: